Por más que he buscado, no he logrado encontrar ningún sucedido aplicable directamente a la ópera que vamos a comentar. Así que, tendremos que conformarnos con algo que está bastante próximo: Unas representaciones del Egmont de Goethe con la música incidental que compuso Beethoven para esta obra. Se realizaron o, mejor dicho, se intentaron realizar en el patio del Palacio Pitti, en Florencia, durante el verano del año 1967 y anticipo que lo que sucedió es un caso de verdadera mala suerte.
Egmont no es una ópera sino un melodrama con música. Esa música corresponde a seis fragmentos compuestos para este fin por el genio de Bonn- de los que sólo se conoce bien la Obertura- y tienen por si mismos un indudable interés dramático. Si además, están interpretados por una gran orquesta sinfónica dirigida por Gianandrea Gavazzeni y se cuenta con la fabulosa puesta en escena de Visconti, seguramente podría decirse que casi se aproxima a una representación operística.
A medida que las pruebas iban adelante, el texto y la música se integraban cada vez mejor. Durante los momentos- algunos de notable extensión- en que la orquesta se adueñaba del escenario, los actores se quedaban parados formando un cuadro plástico muy expresivo. Llegó el momento del ensayo con vestuario, en el patio del Palacio Pitti. Era una perfecta tarde de junio. Espléndida la puesta en escena. Las luces se reflejaban sobre las corazas de la guardia. Los fabulosos trajes parecían un cuadro de Rembrant o de Velazquez que hubiese tomado vida.
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Episodio vida Beethoven en comic |
Esto no es extraño en Florencia. Un año antes, el 4 de noviembre, y a causa de abundantes lluvias, el río Arno se desbordó. Inundó la ciudad y numerosos pequeños pueblos. Esto provocó cien muertos. Como conclusión, el público se quedó sin ese magnífico espectáculo ya que no se ha vuelto a representar por lo menos en esa localidad. ¡Pobre Visconti! Incluso los grandes están a merced del viento y la intemperie.
EL ARGUMENTO
En la casa del carcelero Rocco, su hija Marzelline está siendo cortejada por Jaquino, el joven portero de la prisión. Ella no le hace caso pues está enamorada de Fidelio, el nuevo ayudante de su padre. Este "muchacho", de quien se ha prendado la moza, es una mujer disfrazada. Se llama Leonore. Tiene el propósito de liberar a su esposo Florestán, encarcelado injustamente en aquella prisión. Por eso se ha ganado la confianza de Rocco y éste le ha hecho su ayudante. En su papel de hombre, se ve obligada a aceptar los requiebros de Marzelline.
El carcelero ve bien esta relación y les aconseja que basen su felicidad en el oro. Fidelio trata de convencerlo para que le de tareas más difíciles del interior de la cárcel, en los calabozos profundos. Pero él no cree que todavía esté preparado para realizarlas. En confianza le dice que el gobernador tiene encerrado a un prisionero especial que cada vez recibe menos raciones de comida. La valerosa muchacha se propone hacer todo lo posible por ese prisionero por si fuera su marido.
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Representación de Fidelio |
Y ordena se avise con un toque de trompeta la llegada de cualquier carruaje desde Sevilla. Pide a Rocco que le ayude a matar al prisionero. Éste manifiesta que no es tarea suya asesinar. El gobernador lo hará él mismo pero antes debe prepararse una tumba en el calabozo inferior. El carcelero solicita si puede acompañarlo en esta tarea el joven Fidelio, a lo que don Pizarro accede sin darle mayor importancia.
Por intercesión de Marcellina y Fidelio, Rocco consiente en que los prisioneros ordinarios sean autorizados a salir unos minutos de sus celdas para respirar al aire libre. Don Pizarro se ha enfurecido al conocer la breve salida de los encarcelados. Tratan de calmarlo diciendo que es el santo del rey y había que celebrarlo. Rocco y Fidelio bajan a las profundidades del presidio. En una celda, Florestan, agotado y casi delirando, despierta y cree ver a su amada Leonore convertida en ángel. Luego cae de nuevo en un profundo abatimiento.
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El compositor y sus personajes |
En ese momento el trompetero de la torre anuncia la llegada del ministro y don Pizarro no tiene más remedio que salir al exterior seguido por Rocco. Al quedar solos, el matrimonio se abraza con mucha alegría.
En la plaza de la fortaleza, reunidos en torno al ministro don Fernando, los prisioneros ven aparecer a Florestan y Leonore, traídos por Rocco. Don Pizarro es detenido. Las palabras de consuelo de don Fernando incluyen una gran alabanza a Leonore y se le concede el privilegio de soltar las cadenas de su esposo. Todos ensalzan la virtud de la valerosa esposa y están contentos por este desenlazo afortunado.
En la plaza de la fortaleza, reunidos en torno al ministro don Fernando, los prisioneros ven aparecer a Florestan y Leonore, traídos por Rocco. Don Pizarro es detenido. Las palabras de consuelo de don Fernando incluyen una gran alabanza a Leonore y se le concede el privilegio de soltar las cadenas de su esposo. Todos ensalzan la virtud de la valerosa esposa y están contentos por este desenlazo afortunado.
EL AUTOR
Ludwig van Beethoven (1770/1827), compositor alemán de familia modesta. Su padre, músico y tenor de la corte electoral, perdió su puesto al convertirse en un adicto del alcohol. El progenitor quiso hacer de él un niño prodigio. Le obligó a aprender piano, órgano y clarinete. Por esta razón tuvo una infancia solitaria. Recibió clases de Christian Gottlob Neefe. A los doce años fue contratado en la corte del príncipe elector de Colonia.
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Beethoven dirigiendo |
A los treinta y un años empezó a tener los primeros síntomas de su sordera. En Heiligenstadt escribió su conocido Testamento. En él muestra desesperación ante la perspectiva de volverse sordo. Incluso llegó a plantearse el suicidio. Vienen después dos composiciones para piano, la sonata Patética y la sonata Claro de luna y su Tercera Sinfonía, llamada la Eroica, dedicada a Bonaparte pero luego rescindida al declararse éste Emperador. Con treinta y cuatro años compone la Sonata Appassionata. Dejó pronto los conciertos y recitales pues los editores se disputaban ya sus obras.
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Dibujo de Beethoven representado en una visión |
En 1809 no estaba conforme con su situación en Viena y a punto estuvo de irse a Holanda, donde le ofrecían buenas condiciones económicas. Sus amigos lo evitaron ofreciéndole una pensión anual de 4.000 florines. La única condición que le pusieron fue que no abandonara la ciudad de Viena. Se convirtió en uno de los primeros artistas independientes de la historia ya que los músicos, hasta entonces, tenían que conformarse con ser sirvientes de las sagas aristocráticas.
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Otro retrato de Beethoven |
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Destrucción de la 3ª sinfonia dedicada a Napoleón |
Su última obra fue la Novena Sinfonía, terminada a los cincuenta y tres años. El estreno tuvo lugar el 7 de mayo de 1824 con un rotundo éxito a pesar de las dificultades técnicas que la pieza entrañaba. La salud del maestro decayó gravemente durante la estancia en casa de su hermano en Gneixendorf, a pesar de los cuidados de la familia.
El 1 de diciembre de 1826 decidieron volver a Viena. El viaje resultó catastrófico para el músico pero gracias a los cuidados del médico, pudo llegar a la capital. Murió el 27 de marzo de 1827 con cincuenta y siete años. El funeral se celebró dos días después y asistieron al sepelio unas veinte mil personas.
LA ÓPERA
Beethoven no era un compositor de ópera por naturaleza. Pasó toda su juventud sin el menor contacto con ese mundo. Y hasta bien entrada la treintena, se dedicó casi exclusivamente a la música instrumental. Su primera experiencia con la lírica se produjo en 1803. Podemos leer en los periódicos de entonces: “El señor Beethoven ha cerrado recientemente un interesante contrato con el Theater an der Wien”. Días después precisaban que “tenia previsto escribir una ópera para el actor-empresario Emanuel Schikaneder”.
Éste le propuso poner música a un singpiel titulado “El fuego de Vesta” y el compositor aceptó atraído por la posibilidad de introducirse en un género completamente nuevo para él. Pero el proyecto no llegó a realizarse pues el actor-empresario se vio obligado a ceder la dirección del teatro al barón Peter von Braun. El aristócrata estaba en buenas relaciones con el músico y le propuso un nuevo contrato.
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Otra representación de Fidelio |
Más tarde, este mismo argumento fue recogido por Ferdinando Paër y estrenado en Dresde, cuarenta y cinco días antes que Beethoven. Menos conocida es la versión en un acto de Johann Simon Mayr que también se difundió en el mismo año de 1805. Beethoven retomó la cuestión y situó la acción en España. Sentía una notable admiración por la Revolución Francesa y no quería que las culpas del episodio de tiranía que narra la ópera, recayesen sobre los jacobinos. El título elegido, impuesto por el empresario para distinguirlo de otras versiones, fue “Fidelio” que, indudablemente hace referencia a la fidelidad conyugal.
El asunto pertenece históricamente al género de “piezas de rescate”, sucesoras de las “comedias lacrimógenas” del siglo XVIII. Estuvieron de moda en los escenarios franceses en el período revolucionario y posteriormente en el resto de Europa. Una de las características de estas obras era la escapada final del héroe de un destino fatal. Así ocurre en “Fidelio”, englobada en este género de “óperas de rescate”, siendo la más representativa del colectivo.
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Los personajes en la "Colección Liebig" |
Fue necesaria una revisión por su excesiva duración, en la que introdujo modificaciones y cambió también la Obertura, que se convirtió en “Leonora nº. 3”, sustituyendo a la primera, hoy llamada “Leonora nº. 2”. Cuando se reestrenó en el mismo teatro el 29 de marzo de 1806, tampoco tuvo demasiado éxito. Al cabo de tres funciones y después de una discusión con el empresario por negarle el porcentaje previsto, Beethoven retiró la partitura. El compositor pensó en presentarla en Praga y escribió una nueva Obertura para la ocasión, conocida como “Leonora nº. 1”.
Volvió nuevamente a revisarla pero esta vez fue bastante más radical que las anteriores. Tuvo como colaborador a G. F. Treitschke y el músico quedó bastante satisfecho con las modificaciones que aportó. Se mostró como un buen conocedor del mundo del teatro y su mérito residió en podar más el libreto y resaltar los motivos que interesaban al músico: las heroicas virtudes conyugales y los valores de libertad y hermandad de la humanidad. Finalmente, el 23 de mayo de 1814, en versión de tres actos y en el teatro Kärntnertor, obtuvo el éxito que merecía y es como ha llegado hasta nosotros. El compositor incluyó en la partitura la hoy conocida como “Obertura de Fidelio”.
De manera que esta ópera tiene cuatro Oberturas distintas. Para aprovechar tanto material, unos dicen que a Otto Nicolai y otros que a Gustav Mahler, se les ocurrió incluir la nº. 3- considerada como la mejor- entre el primer acto y el segundo. A otros directores les gustó más colocarla entre el segundo y el tercer acto. Aunque se mantuvieron estas costumbres durante un tiempo, hoy en día parece que han caído en desuso. En siete años la obra recorrió toda Alemania y algunos países de su influencia. A Riga llegó en 1818, a San Petesburgo en 1819, a Londres en 1832, a Moscú en 1842, a Nueva York en 1856 y a Madrid en 1893, entre otras ciudades.
Sin embargo, fue una completa desconocida en los países latinos, salvo algunas representaciones en París (1829) y Marsella (1844). En Italia no se escenificó hasta su estreno en Turín en 1927, si se exceptúan las cuatro únicas funciones de Roma en 1886. El Teatro alla Scala de Milán siguió desconociéndola hasta que Toscanini la dirigió con motivo del centenario de Beethoven en 1927. “Fidelio” es un manifiesto apasionado de lucha por un ideal y contra las prisiones de cualquier clase. Por eso la acción puede considerarse que es universal y no está necesariamente vinculada a una época y lugar determinados.
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Seguimos con personajes de la deliciosa colección Liebig |
Asimismo, las innovaciones tímbricas sugeridas por los coros, constituyen un elemento particular de contraste cromático que más tarde desarrollará en su “Novena sinfonía”. Puede que la acción sea novelesca, como quizás deba corresponder a una ópera, pero la música se basa en una concepción sinfónica. Con ello las voces de los personajes han de ser muy poderosas para hacerse notar por encima de la orquesta, superando la barrera sonora que separa el escenario del público. Hay pues una igualdad de peso entre la orquesta y el cantante. Este es el principio que luego aplicaría Wagner. Y se abandonan, por tanto, las tradiciones del bel canto italiano en el que siempre era la voz lo que privaba, limitándose la orquesta a ser un mero acompañante o poco más.
LOS PERSONAJES
Fidelio, o sea Leonore, es para una soprano dramática. Requiere una gran fortaleza y resistencia vocal. Tiene una línea de canto movida y con grandes saltos. Es la indudable protagonista de la ópera. El papel de Leonore suele ser interpretado por heroínas wagnerianas. El personaje está impregnado de un profundo sentido ético.
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Diversas escenas "Liebig" |
En la ópera, llena de grandes momentos heroicos, también tiene cabida lo cotidiano, es decir el hombre corriente que no carece de problemas. Este colectivo de gente sencilla está compuesto por Rocco, Marzellina y Jaquino.
Rocco, el carcelero, ha de ser cantado por un bajo con ciertas exigencias vocales. Se muestra un hombre práctico, en el fondo bondadoso. Pero es cómplice de intento de asesinato ya que colabora cavando la tumba de Floristan. Por la intervención de Fidelio/Leonore, no llega a cometerse el crimen.
Marzelline precisa de una soprano lírica o lírico-ligera con un aria muy vistosa y ornamentada que requiere agudos y agilidad. El estar enamorada del supuesto Fidelio, es la causa de haya dejado a su antiguo novio Jaquino.
Jaquino, el portero de la prisión y novio de Marzelline antes de que llegara Fidelio, es un papel menor para tenor lírico-ligero.
Don Pizarro, director de la prisión del Estado en Sevilla, es para un bajo-barítono con timbre oscuro y siniestro. Resulta ser el causante del encarcelamiento de Florestan. Por tanto, se convierte en el malvado motor de toda la trama de la ópera.
El noble don Fernando es para un bajo o barítono. Papel de limitadas posibilidades. El personaje es ministro de justicia y conoce a Florestan.
El Coro, con pasajes muy importantes, resulta ser otro protagonista más de la ópera. Esta colectividad que supone el coro, representa a la humanidad en su lucha por la opresión y la barbarie que se ejerce sobre ella.
FRAGMENTOS DESTACADOS
01.- Obertura: Cuarta de las compuestas como preámbulo de la ópera. Es la más sencilla y breve de todas ellas. Se eligió porque parece que daba buen resultado con los espectadores. Esta introducción sinfónica no utiliza ningún tema de la ópera. No estaba escrita en el último estreno de 1814 por lo que se interpretó “Las criaturas de Prometeo”.
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La vida de Beethoven en cromos |
02.- Marzelline: Aria “Oh wär’ich schon mit dir vereint (Oh si estuviera unida a ti)”. Esplendido momento en el que la hija del carcelero canta su ardiente amor por Fidelio. Tiene muchos pasajes de coloratura.
03.- Rocco: Aria “Hat man nicht auch gold beineben (Si no se dispone además de oro…)”. La filosofía de la vida de este materialista personaje, puede resumirse en “la amada en los brazos y el oro en el bolsillo”. A lo que le contesta Fidelio/Leonore: “la unión de dos corazones es la fuente de la felicidad conyugal”.
04.- Don Pizarro: Aria con coro “Ha!, ha!, ha!, welch’ein augenblick! (¡Ja!, ¡ja!, ¡ja!, ¡que momento!)”. El malvado personaje piensa matar a Florestan antes de que venga el ministro de inspección. En este fragmento, se regodea pensando en ello. Es acompañado brevemente por un grupo de soldados que se asustan de su actitud.
05.- Leonore: Recitativo y Aria. “Abscheulicher! Wo eilst du hin?(¡Infame! ¿A dónde vas?)”. Expresa admirablemente la agitación del corazón de la protagonista y también su resolución, ambas emanadas del fiel amor conyugal. Esta dividida en dos partes y en la segunda es acompañada, de un modo nada habitual, por tres trompas que hacen más difícil que sobresalga en su canto.
06.- Coro de presos: “Oh welche lust in freier luft (Que alegría estar al aire libre)”. Es la intervención coral más famosa de la obra. Los prisioneros avanzan a tientas, como cegados por la luz del sol. Su canto va in crescendo. Es casi una amenaza. Un joven recluso inicia una alabanza a la libertad. Pero otro, mayor que él, le obliga a contenerse.
07.- Florestan: Aria “Gott! Welch’ dunkel hier! (¡Dios mnio! ¡Que oscuridad!)”. Con una amplia introducción sinfónica, es un lamento por la oscuridad y la soledad en que está obligado a vivir. Pero se siente reconfortado por la seguridad de haber cumplido su deber. En su delirio cree ver a su esposa en forma de ángel. El Florestan de la primera versión tenía que cantar un aria heroica. Varios amigos del músico le comentaron que un recluso extenuado no es capaz de ningún gesto heroico. Le acabó convenciendo un texto alternativo presentado por el libretista y que resultó el definitivo.
08.- Cuarteto: Leonore, Florestan, Rocco y don Pizarro. “Es schlägt der rache stunde (Ha sonado la hora de la venganza)”. Extraordinario fragmento en forma de concertante donde la inexpresable alegría de los dos enamorados, se superpone, con milagrosa maestría, a la desesperación de don Pizarro y la turbación de Rocco.
09.- Dúo: Leonore y Florestan. “Oh namen namenlose fraude! (¡Que inexplicable gozo!)”. La inevitable escena de amor entre el matrimonio cuando han superado ya todos los obstáculos y se avecina el final feliz.
10.- Final: “Wer ein holdes weib errungen (Aquel que ha ganado una esposa fiel)”. A Leonore le conceden el honor de liberar a su esposo de las cadenas, honor que ha merecido por su extraordinario coraje. Todo el pueblo y los cautivos, junto a los protagonistas, participan en este gran concertante de un ímpetu arrollador y que es el final feliz de la ópera.
DISCOGRAFÍA
Hay muchas grabaciones de “Fidelio” y unas cuentas muy buenas, así que no sabe uno con cual quedarse (¿Barenboim? ¿Klemperer? ¿Furtwängler? ……?). Por contener las cuatro oberturas, aparte de su calidad musical, nos quedamos con este AUDIO:
Fidelio - Ludwig van Beethoven
Año de grabación……………. 1999
Leonora ……………… Waltraud Meier
Florestan …………….. Plácido Domingo
Rocco ………………… René Pape
Don Pizarro ………….. Falk Struckmann
Marzelline ……………. Soile Isokoski
Jaquino ………………. Werner Güra
Fernando …………….. Kwangchul Youn
2e Gefangener ………. Klaus Häger
Orquesta………….. Staastskapelle de Berlín
Coro…………….Deutsche Staatsoper de Berlín
Grabado en estudio
Para el VÍDEO, uno bastante reciente
Fidelio - Ludwig van Beethoven
Año de producción …………… 2006
Director…………….. . Zubin Mehta
Leonora ……………. Waltraud Meier
Florestan ................. Peter Seiffert
Rocco ..................... Matti Salminen
Don Pizarro ............ Juha Uusitalo
Marzelline ............... Ildiko Raimondi
Jaquino ................... Rainer Trost
Fernando ................ Carsten Stabell
1er Gefangener ...... Javier Agullò
2e Gefangener ....... Nahnel Di Pierro
Orquesta y Coro:
…………………Generalitat Valenciana
Grabado en directo
4 comentarios:
EL GRAN bEETHIOVEN, APRA MI EL MAS GRANDE, PERO SI SE LE COMPLICO LA OPERA, Y MAS QUE POR GENIO POR QUE PARA SER OPERISTA HAY QUE SER DE MUNDO, BOHEMIO, Y ERA TREMENDAMENTE INTROVERTIDO Y MAS CON LA SORDERA. SE PELEABA HASTA CON SU SOMBRA YA SI SE COMPLICAN LAS COSAS. CURIOSO QUE EL Y BACH NUCNA LE ENTARRAN A LA OPERA, INSITO, POSIBLEMENTE POR SU ESILO DE VIDA, SU CARACTER, Y ADEMAS BACH POR SU . ESO SI, SIEMPRE INNOVANDO Y SIENDO TOMADO POR LOS DEMAS COMO EJEMPLO, TIENE COSAS MUY INTERESANTES E INCLUSO GENIALES QUE ADOPTARON LOS VERDI, WAGNER, PUCCINI, ETC.
No cabe duda que Beethoven y Bach son los únicos dueños del panorama musical de todos los tiempos. El primero, sólo escribió una ópera y fue casi por casualidad pero estuvo durante mucho tiempo estudiando este género con Salieri y su Fidelio, permitió, junto con Weber, poner los cimientos de la ópera alemana. Del segundo decir que dentro de sus obras, tiene géneros relativamente parecidos a los operísticos. pero no óperas y eso es una cosa que siempre le he tenido en cuenta. Lo siento. Respecto a lo del estilo de vida para ser compositor de ópera, no me acaba de convencer. En los músicos dedicados a la ópera, habrá de todo, bohemios, amantes de la buena vida, pero también muchos sacrificados que vivían a duras penas con sus emolumentos. Respecto a la influencia de Beethoven y Bach, no la pongo, en absoluto, en duda. Un cordial saludo
Creo que sí cabe duda. Yo creo que Mozart los supera.
A mi no me cabe duda que son todos unos genios, Wagner, Beethoven, Mozart, Verdi, Puccini, Bellini, Bizet, Rossini, Quien supera a quien? Me da igual, prefiero disfrutarlos a todos. Me gusta este blog! Saludos
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